La fundación de la Misión de San José del Cabo Añuití el 8 de abril de 1730 por los Jesuitas Sebastián Sisneaga y posteriormente por Nicolás Tamaral en terrenos donados por el Marquez de Villa Puente (actualmente Casa de la Cultura e Iglesia).

Su creación fue vital para la navegación marítima entre América y Asia. La región de Los Cabos era un punto de recale de los barcos y naves que realizaban largos trayectos comerciales entre la Nueva España y las posesiones de España en Asia. Las tripulaciones del Galeón de Manila, también conocido como la Nao de China, se surtían de agua y algunos frutos que ayudaban a superar la larga travesía transoceánica.

Aunque la misón poseía tierras y recursos hídricos para poder desarrollar la agricultura, no le fue posible prosperar y fue una de las primeras en desaparecer. Fue en gran medida el enfrentamiento con los grupos de indígenas nativos locales los que impidieron el crecimiento y desarrollo de este asentamiento religioso. Uno de los hechos más significativos y que marcó la historia de la misión fue el asesinato brutal del padre Nicolás Tamaral el 3 de octubre de 1734.

La Misión de San José del Cabo Añuití fue la más austral de las misiones jesuitas establecidas durante la historia del período colonial de México en el territorio de Baja California – correspondiente al actual estado de Baja California Sur. La misión estaba dedicada a San José y se construyó en el sitio que los pericúes llamaban Añuití.

Esta misión fue creada el 8 de abril de 1730, por el jesuita Nicolás Tamaral y el padre visitante José Echeverría.

En 1735 la misión se traslada a la playa, pero con las plagas de mosquito, regresa a su lugar original.

En 1737 intentan nuevamente ocupar la misión, sufriendo ataques y epidemias por lo que se refugian a unos 8 kilómetros al interior en lo que se conocía como San José Viejo que se considera un lugar más saludable. La misión fue atendida por el gran benefactor de las misiones californianas, el Marqués de Villapuente.

Misión de San José del Cabo después del ciclón del 16 y 17 de spetiembre de 1918

Hacia fines de 1733 comenzó una rebelión de los Pericú, la más fuerte que tuvo lugar en la Baja California y abarcó todas las misiones del extremo sur, incluida la de San José del Cabo. El padre Tamaral fue asesinado por los indígenas pericú en la misión el 3 de octubre de 1734, pocos días después de que esos mismos indígenas mataran al padre Lorenzo Carranco en Santiago de Los Coras. Ante esta rebelión, los misioneros pidieron ayuda al virrey de Nueva España y al gobernador de Sinaloa, y aunque se les envió un importante contingente militar, la paz no llegó sino hasta 1737.

En 1750 se estimó que la población indígena de esta misión estaba formada por cien individuos. En 1762 eran 63 personas; 50 en 1769 y para 1800 llegaba a 200. Este último aumento de población indígena se debió al cierre de la misión de Santiago, cuyos habitantes fueron trasladados a los registros de San José del Cabo. Sin embargo, a partir de ese año la población siguió disminuyendo. En 1840 entró en decadencia y fue abandonando el estado sin apoyo de España y por la desaparición de los pericúes.

Origen del conflicto y levantamiento de los Pericúes

Las dos culturas que coinciden en la zona de San José del Cabo, tenían grandes diferencias. Los pericúes eran un pueblo recolector de frutas, raíces y otros alimentos de la zona y formaban familias muy grandes bajo el mando de caciques, como lo fue Cristóbal Chicorí en San José y Domingo Salvador Cunuam, alias Botón, en Santiago.

Durante la evangelización que llevan a cabo los misioneros, rechazaban la poligamia de los pericúes, lo cual generó un fuerte resentimiento en los caciques. Ellos disfrutaban de una vida fácil de poco trabajo dejando el trabajo desgastante a sus mujeres. El mensaje evangelizador de monogamia y trabajo como camino a la redención no fue apreciado.

Cuando Chicori raptó a otra joven pericú, fue reprendido fuertemente. Ordenó el asesinato del Padre Carranco en Santiago de Los Coras. Después marcharon a San José, donde con flechas, golpes y finalmente quemado, también terminaron con la vida del padre Nicolás Tamaral.

A pesar del estado de decadencia que tuvo la misión en el siglo XIX, en 1822 se logró rechazar el ataque del buque Independencia, comandado por insurgentes chilenos. Durante este ataque, el templo de la misión resultó gravemente dañado, dejándolo en muy mal estado.

En 1847 contando con el jefe político Don Mauricio Castro, establece todos los servicios tales como agua y drenaje, incluyendo los servicios religiosos de varias congregaciones y últimamente los padres Combonianos (1948-1986) los cuales se retiran posteriormente, entregando la misión a sus actuales ocupantes del clero Diocesano.

La iglesia actual fue construida en 1940 a un lado de la Plaza Mijares en el centro de San José del Cabo, de las construcciones anteriores no queda nada.

Hoy en día forma parte de la localidad de San José del Cabo, en el hermoso Municipio de Los Cabos y como tradición, se realizan celebraciones por la fundación del lugar y en honor a este santo a mediados de marzo de cada año.

Dirección: Esquina de Calle Zaragoza y Calle Hidalgo, San José del Cabo
Horario: 7 AM – 9 PM
Teléfono: (624) 142-0064