Cada año, desde enero a marzo, los visitantes que llegan a Cabo San Lucas pueden disfrutar de una emoción extra en la forma de ballenas grises que terminan su viaje migratorio de miles de kilómetros desde el frío Océano Ártico a las aguas cálidas de Baja California donde llegar a parir sus crías.

Las excusiones para observar ballenas van desde grandes barcos a lanchas inflables tipo Zodiac, o se puede disfrutar de un viaje único tomando un vuelo a Bahía Magdalena, a unos cientos de kilómetros al norte de Los Cabos, para tener una experiencia de cerca y uno-a-uno con las ballenas y sus crías recién nacidas, una experiencia única y para recordar toda la vida.

¡Ballenas!

“—¡Ahí sopla, ahí sopla! ¡Una joroba como un monte nevado! ¡Es Moby Dick!”, exclamaron los vigías que avistaron a la ballena blanca sobre el ballenero “Pequod”, con la que el capitán Ahab la persiguió sin fin, para matarla como venganza contra el animal cuya furia que había conocido en una lamentable reunión anterior…

Ballena y el Buccaneer Queen

Quién no recuerda este fragmento de la obra literaria del novelista Herman Melville, “Moby Dick”, publicado en 1851, el relato que hace volar la imaginación y nos conmueve hasta los huesos, esecialmente en las reuniones entre el capitán Ahab y la más famosa ballena albina de todos los tiempos, Moby Dick.

La reunión que hoy nos ocupa es también con una ballena, pero a diferencia del anterior, esta ballena es un amigo, un viajero de amistoso que nos visita año tras año en estos mares. Su comportamiento dócil contrasta con la magnitud de su tamaño. Se trata de la ballena gris, una de las 8 esecies que se pueden encontrar en México, con un total de 11 esecies que habitan nuestro planeta.

Cola de ballena gris

El rorcual de Bryde (Balaenoptera brydei), rorcual norteño (Balaenoptera borealis) y rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata), el albiblanco es el más pequeño y más abundante. El rorcual común (Balaenoptera physalus) que se ve todos los días del año en el Mar de Cortés (lo que sugiere que la población reside únicamente en México); la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), la ballena franca austral (Eubalaena australis), la ballena gris (Eschrichtius robustus) y, finalmente, la ballena azul o rorcual azul (Balaenoptera musculus), el animal más grande del planeta, que alcanza una longitud de un poco menos de 30 metros y 120 toneladas de peso, son las ocho esecies que se pueden encontrar a lo largo de las costas de México.

Ballenas en Cabo

La ballena gris nace y se reproduce en la costa del Pacífico de Baja California Sur. Llegan desde los mares de Bering, Chukchi y Beaufort (cerca de Alaska) en los que viven independientemente. Durante el otoño, cuando la superficie del mar comienza a congelarse, la ballena gris inicia su migración hacia el sur de las islas Aleutianas, a través del Pacífico de América del Norte y el Golfo de Alaska. Su destino es su lugar de nacimiento, las lagunas costeras de Baja California Sur. Este viaje se realiza en solitario o en grupos de hasta 16 ballenas.

La ballena gris no tiene dientes, más bien utiliza “barbas”, que son un sistema de placas que filtra microorganismos, algas y animales que le proporcionan alimentación (plancton).

Ballenas en Cabo San Lucas

De diciembre a febrero es la temporada del parto, las hembras (de 50 pies de largo y aproximadamente 30 toneladas de peso) dan a luz una cría de ballena que pueden pesar hasta media tonelada y miden 15 pies de largo. Su piel es oscura comparada con los adultos que tienen parásitos pegados a su piel, lo que les da un tono más cercano al gris, lo que les da el nombre que llevan, “ballenas grises”.

La ballena gris inicia su regreso en los meses entre abril y marzo. Un viaje de casi 13.000 millas le esera a las hembras que no vuelven solas y son las últimas en dar a luz. Ahora tienen la compañía de los ballenatos que defienden ferozmente contra cualquier peligro. Por esta razón, el bebé ballena se llama a menudo “el pez diablo”.

Ballenas saltando

El retraso en el regreso de las hembras se debe a que necesita comer tanto como le sea posible antes de su viaje hacia el norte, ya que deben estar lo suficientemente preparadas para alimentar a sus crías y rara vez comer en el camino. Otras hembras ya están preñadas cuando inician el viaje al norte y volverán a las mismas aguas para dar a luz a sus crías. Tiempo de gestación es de entre 9 y 12 meses.

En ocasiones, algunas ballenas se dirigen hacia el sur y se quedan en las aguas del Golfo de California en Los Cabos y hacia el norte y pasan veraneando con el resto de los turistas estadounidenses, canadienses y europeos que visitan y viajan por las cálidas corrientes de las islas Cerralvo, Espíritu Santo, San José e incluso a la bahía de Loreto.

Cola de ballena

La ballena gris fue implacablemente perseguida y cazada, para 1860 se pensaba que se había extinguido, pero alrededor de 1911 comenzaron a recuperarse. México fue el primer país en tomar medidas para su protección.

Lugares ideales para entrar en contacto con las ballenas:

  • De Los Cabos, es relativamente fácil llegar a una de las áreas de parto de la ballena gris, el complejo lagunar de Bahía Magdalena, en la costa del Pacífico, está aproximadamente 125 millas al norte de Cabo San Lucas.
  • En el puerto de San Carlos y Adolfo López Mateos se organizan visitas para ver a las ballenas y pueden incluso acercarse lo suficiente para acariciarlos.

Dócil y curiosa, la ballena gris ha preferido el calor y la transparencia de estas aguas, ha sido adoptado por los lugareños y turistas y se ha convertido en otro de los atractivos que Cabo San Lucas y el finisterre ofrece a sus visitantes. 

Autor: Lands End Magazine.