Muchas lanchas ligeras, algunas con fondos transparentes para poder ver la vida submarina sin mojarse, salen de Playa El Médano o la Marina en Cabo San Lucas con innumerables visitantes a visitar las playas del Amor y Divorcio (Playa del Amor y Playa Divorcio), ubicadas entre el Océano Pacífico y el Mar de Cortés, junto al monumento natural, El Arco en el El Finisterra (Fin de la Tierra) que es la punta meridional de la península de California.
Ofrecen una suave arena dorada y oleaje moderado, el agua del lado del Mar de Cortés, en Playa del Amor, es del esmeralda típico de sus playas y Playa del Divorcio, por el lado del Pacífico tiene un tono más oscuro de azul marino. El lado este del Finisterra es un lugar favorito para para nadar y bucear.
Barcos de cruceros pasan un poco más lejos del arco, y se ven espíritus aventureros pasar flotando con sus paracaídas como si fueran a rozar los acantilados que cobijan la de colores brillantes.
El Fin de la Tierra (El Finisterra – “Land’s End”)
La propia naturaleza ha tallado esta formación rocosa que ha llegado a ser conocido como Fin de la Tierra, ya que es aquí, en la punta sur de Baja California, donde el Océano Pacífico y el Mar de Cortés unen sus aguas por primera vez.
El Arco es un espectáculo digno de verse, sobre todo en octubre, cuando las caídas del nivel del mar dejan asomar una playa de arenas claras que recorre por debajo del arco mismo y con algo de suerte los visitantes pueden pasar caminando bajo este maravilloso monumento de Los Cabos.
Ligeras “pangas” salen del Médano, la Marina de CSL y otras partes de la costa hacia San José del Cabo cada mañana. En el caso de los visitantes que salen de CSL, el viaje es de unos 30 minutos al Fin de la Tierra. El paseo pasa por excelentes lugares de snorkeling y buceo y las ya famosas colonias de lobos marinos antes y posterior al arco. Mientras avanzan, el guía (si sabe de su oficio) los deleitará con la historia y las leyendas asociadas a cada una de las formaciones rocosas que pasan en el camino.
Éstas incluyen el Dedo de Neptuno y El Vigía – la parte más alta de la formación – que en su momento jugó un papel muy importante durante la época en la cual la ruta de galeones de Manila pasaba por esta costa.
Desde este mirador centinelas de los barcos piratas ingleses alertaban a sus compañeros cuando observan las velas a la distancia, lo que daba tiempo suficiente a las tripulaciones de piratas alistarse para sus ataques.
Si quieres disfrutar de una espectacular puesta de sol, recomendamos salir a navegar por el mar en uno de los cruceros que recorren la bahía y que pasan El Arco justo cuando el sol se pone en un horizonte en llamas.
Autor: M. A. Gallardo
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