Ritos mágicos de la Ballena Gris

Cada año, miles de ballenas grises migran hasta 20000 kilómetros desde las aguas árticas de los mares de Bering y de Chukchi, cerca de Alaska, a las cálidas aguas de la costa occidental de la península de Baja California Sur, con el fin de reproducirse y cuidar a sus crías. Este esectáculo natural es uno de los más fascinantes que se pueda presenciar en cualquier parte del mundo.

Whales

En la década de los ’70’s, el gobierno mexicano declaró la Laguna Ojo de Liebre (en 1972) y la Laguna de San Ignacio (en 1979) como áreas protegidas. Esta decisión y la protección que trajo ha asegurado el retorno y aumento de la población de una esecie que estaba al borde de la extinción. La población actual de la Ballena Gris se estima en 21 mil individuos, la mayoría de los cuales son orgullosamente Made in “Baja California” por nacimiento.

Estos enormes mamíferos son en realidad de color negro, pero desde la distancia parecen ser de color gris, debido a los percebes y otros organismos marinos oportunistas que se les van adhiriendo a la piel.

Las ballenas grises se reproducen cada dos años – se aparean un año y dan a luz el siguiente. Los adultos pueden llegar a medir hasta 16 metros de largo y pesar hasta 30 toneladas. Ballenatos nacen entre 4 a 5 metros de largo y pesan unos 750 kilos.

Las ballenas grises se alimentan de plancton, anfípodos y crustáceos pequeños y en lugar de dientes, tienen barbas flexibles que filtran el agua de mar, atrapando así su alimento. Nadan utilizando aletas, y carecen de una aleta dorsal. Las hembras de esta esecie tienen un fuerte instinto maternal, y mantienen una estrecha relación con sus crías.

Encuentro con la Ballena Gris

De enero a marzo es posible participar en la observación de ballenas grises en las aguas de las lagunas Ojo de Liebre, Guerrero Negro, San Ignacio, San Carlos y López Mateos , todos las cuales son santuarios de vida marina en la región de la península de Baja.

Whale rescue

Una visita a cualquiera de estas lagunas es una experiencia que recordará por el resto de su vida. El viaje comienza en el muelle, donde un grupo de 8 o 10 pasajeros abordna la nave que los llevará a las aguas donde estas impresionantes criaturas pasan sus inviernos.

Con su enorme tamaño parece que fueran capaces de destruir la lancha con un solo golpe de su cola, pero, afortunadamente, es sólo nuestra imaginación. Estas ballenas son pacíficas y amables por naturaleza, y se dedican principalmente a alimentarse y nadar.

Los visitantes pueden verlos saltar y juguetear entre sí, a menudo en compañía de delfines juguetones. Poco a poco se acercan a la embarcación hasta que los visitantes llegan a poder tocarlos y rascarles la esalda, un encuentro íntimo en el que las ballenas parecen agradecer a los seres humanos por salvarlos de la extinción.

A través de los años las ballenas adultas parecen haber establecido una estrecha relación de camaradería y de comunicación con los lancheros locales, y se acercan a los barcos y juegan muy cerca de ellos, lo que hace el trabajo más fácil para los guías turísticos y deja el asombrado visitantes ante la proximidad de estas magníficas e impresionantes criaturas marinas.

Información importante

Las ballenas grises son una esecie protegida y todos debemos hacer lo posible para promover su conservación y ciudado. Esto incluye algunas reglas simples que debe tomar en cuenta durante el avistamiento de ballenas:

  • No interferir con el comportamiento de las ballenas.
  • No darles de comer, tirar basura o poner cualquier otro objeto en el agua, y…
  • No presione a los guías turísticos a acercarse más que lo que establecen las regulaciones.